Meditación

Es una técnica muy efectiva para manejar las tensiones de la vida contemporánea y a la vez lograr un mejor funcionamiento de nuestro organismo, que puede redundar en una más larga y saludable vida es la meditación.
Según Deepak Chopra, conocido médico y escritor norteamericano de origen hindú:
"El estado fisiológico de los practicantes de la meditación experimenta cambios definitivos hacia un mejor funcionamiento. Cientos de hallazgos muestran una reducción en la respiración, un menor consumo de oxígeno, y una reducida tasa metabólica. En términos del envejecimiento la conclusión más significativa es que el desequilibrio hormonal asociado con el estrés - que se sabe acelera el envejecimiento - se revierte. Esto a su vez desacelera e incluso revierte el proceso de envejecimiento... Mi experiencia con estudios llevados a cabo con personas que practican la Meditación Trascendental deja establecido que las personas que han practicado la meditación durante un buen número de años pueden tener una edad biológica de entre cinco y doce años menos que su edad cronológica".
Un hallazgo importante con relación a la meditación es que los niveles de cortisol y adrenalina de los practicantes de la meditación son muchas veces menores. Estas son hormonas generadas en grandes cantidades en periodos de estrés, que de permanecer en nuestro cuerpo durante periodos prolongados, pueden causar numerosos daños. Por otra parte también se ha encontrado que los mecanismos para manejar el estrés tienden a ser superiores en los meditadores.
La meditación, contrario a lo que el uso popular de la palabra sugiere, no significa enfocar la atención sobre un asunto o problema para hallarle una solución. La meditación es más bien un ejercicio mental o técnica cuya intención es apagar el pensamiento consciente de forma que podamos percibir fuentes de información más sutiles, es decir, de niveles más profundos de nuestra mente.

Existen diversas formas de meditar y obtener los beneficios que de esta práctica se derivan. Sin embargo la mayoría de estas formas tienen varios elementos en común, a saber:
1. Se debe buscar un ambiente lo más tranquilo y apartado de distracciones que nos sea posible.
2. Se debe adoptar una postura formal que nos sea cómoda. Una muy utilizada es una pose sentada con la espalda erecta. Esta es una postura que nos ayuda a mantenernos relajados pero alertas.
3. Debemos tener un objeto sobre el cual enfocar la atención. Este puede ser una imagen, o bien una palabra o frase que repetimos constantemente, ya sea mentalmente o en alta voz. El objeto sobre el cual enfocamos la atención también puede ser una acción o nuestra propia respiración.
4. Debemos adoptar una actitud pasiva y receptiva. El forzarnos a concentrarnos resulta contraproducente. Durante nuestras meditaciones seguramente nos surgirán pensamientos extraños de todo tipo que nos pueden distraer de nuestro propósito. En lugar de luchar activamente para que no surjan dichos pensamientos lo mejor es simplemente darnos cuenta de que están ahi y gentilmente dejarlos ir sin involucrarnos en ellos a la vez que tranquilamente volvemos a nuestro foco de atención.
Lawrence LeShan, un psicoterapeuta que ha dedicado gran parte de su carrera al estudio de la meditación señala que existen cuatro vías o caminos hacia la meditación. En occidente estamos más familiarizados con dos de estas vías: la vía del intelecto, la cual va dirigida a alcanzar diversos niveles de conciencia; y la vía de las emociones, en la cual la meditación se enfoca sobre sentimientos de paz, amor u otros por el estilo. Otra vía practicada extensamente en oriente pero que sólo recientemente se está dando a conocer de forma amplia en occidente es la del cuerpo. Esta vía se distingue por que el (la) practicante se involucra totalmente en una serie de movimientos corporales. Este es el caso de disciplinas como el Hatha Yoga, el Tai Chi, Qi Gong... La cuarta vía es la de la acción. Esta vía aplica los principios de la meditación al aprendizaje de una destreza o al acto de llevar a cabo una tarea o un ritual. Las ceremonias japonesas relacionadas con el té son un ejemplo de esto. Los maestros del budismo Zen utilizan esta vía al enseñar destrezas como la arquería o técnicas de arreglos florales.
Cuando se llevan a cabo correctamente las técnicas de meditación y relajación, son sumamente efectivas para reducir el estrés, ya que la práctica habitual induce un estado de relajación que deriva en una reducción de una serie de hormonas relacionadas con dicho síndrome.
El Hatha Yoga, por ejemplo, utiliza una serie de movimientos por medio de los cuales se combinan ejercicios de respiración, estiramiento y una serie de poses que se llevan a cabo lentamente y se mantienen durante periodos que varían de unos segundos a varios minutos. Entre las hormonas que la práctica del Hatha Yoga ayuda a reducir se encuentran la adrenalina y la noradrenalina. Estas hormonas elevan el nivel de azúcar en la sangre y agravan la condición de las personas que padecen diabetes. La práctica del Hatha Yoga, por el contrario, ha ayudado a numerosas personas a mejorar a tal punto que, en muchos casos, se ha reducido e incluso eliminado la necesidad de medicamentos. Resultados similares han sido obtenidos por medio de otras técnicas de relajación y meditación.

En cualquier caso, es sumamente importante no sólo leer sobre las distintas técnicas, sino practicarlas de forma habitual y bajo la supervisión de un maestro competente.